Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
ARTmadrid 22 / MUCHAS NUEVAS PRESENCIAS Y CLAVES MUY DESCIFRADAS
Cuando entramos en una gran muestra y exhibición de arte debemos recordar las palabras de Carl Einstein, relativas a que es precisamente la significación de cada obra de arte, su lado arbitrario y alucinatorio, el que nos salva del mecanismo de una realidad convencional y del engaño de una monótona perpetuidad.
Así es que con un cierto ánimo desangelado calibraba los distintos espacios de la nueva edición de ARTmadrid 22 y trataba de aliarme con un optimismo que todavía tiene a la pandemia agarrada de la cola pensando que es vital desprenderse de ella. Tenemos que volver, no obstante, a tomar en consideración aquello que decía Garb respecto a que la actividad de mirar tiene que ver con el modo en que se nos ha enseñado a vivir como hombres y mujeres. Lo penoso de la situación es que todavía, haya o no haya crisis, no hemos llegado a ese punto.
Como notas características de este acontecimiento podemos señalar la ausencia de los llamados clásicos del siglo XX, especialmente hispanos, la buena nueva de artistas jóvenes y emergentes, si bien aún un tanto noveles aunque con fuerza y proyección, y unas tendencias artísticas (pop, abstracción, realismo, open-art, geometrismo, hard-ege, etc.) que tratan de sobrevivir y reciclarse a trancas y barrancas a la espera de encontrar un resurgimiento que las traslade a otros confines estéticos
No obstante, el futuro está ahí, casi a la vuelta de la esquina, clamando porque la fuerza del arte no pierda vigor ni visibilidad, ni se convierta en una más de la ahora famosa y así llamada cultura de las artes visuales, con lo que quedaría disipado, disuelto y la hora de verdad muerto.