Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
JUSTMAD hace escala en Madrid un año más y en esta edición seguimos percibiendo y apreciando esa lucha de todas las experiencias visuales, los espacios inventados y las averiguaciones de las que hablaba Carl Einstein.
Quizás después de este período de ausencias desguazadas por la pandemia las sensibilidades artísticas habían llegado a entrar en un laberinto de desencuentros y abandonos. No ha sido así afortunadamente, pues las sorpresas de todas las manifestaciones, dada su índice, tendencia o configuración, han sido muchas a pesar del contexto y la dimensión de la muestra.
Las referencias y fuentes plásticas y estéticas -quizás ya inevitables-no disipan una aura de creatividad que ha sido regular y constante, dando lugar a experiencias visivas que han recuperado la sensación y la ontología del hecho artístico en toda su multiplicidad y polivalencia.
Cierto es que hay mediaciones, pero no son muchas y no están sobrecargadas, lo que permite abstraerse de ellas y experimentar la producción global en sí misma y con la inmediatez necesaria. Y también hay que subrayar el esfuerzo por parte de la organización y de los autores de avanzar en su trabajo, de hacerlo condición de sí mismo y de su identidad, de generarlo evolutivamente conforme a unos orígenes y significados de inicio.
Autores: Christofer Miralles, Arol, Iván Villalobos, Javier Félix y Emilio Cárdenas.