
- Para Gilles Deleuze, el arte contemporáneo se ha convertido en un mundo de simulacros, regido fundamentalmente por los conceptos de diferencia y repetición.

- Para el segoviano TARDÓN, en un quehacer que desde la sabiduría técnica cuaja en un configuración entreverada entre lo plástico y lo imaginativo, en un pensamiento que piensa en sí mismo como pintura y fantasía.

- Sobre la base de una sólida trama cromática la figuración adquiere una fisonomía mecánica y fantasmal hábilmente iluminada, para que se temple con la inquisición de la mirada, que al verla se queda suspendida entre el tiempo y el espacio.

- Esperamos, aquí,
- a que el nudo del mundo
- se deshaga.
(Juan F. Rivero)
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