Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
¿Podríamos calificar a la obra del chino YAN como una estética -fruto de un pensamiento oriental- que se dirige metafísicamente a la búsqueda de la esencia del arte?
En la plástica asiática la tradición y la mística son medios para la trascendencia a través del signo y de la línea, y se renuevan con la sangre tintada del misterio del tiempo y del espacio.
Constituyen meditaciones y oraciones plasmadas en las que la sensación se reviste de unas formas que se autogeneran, que se simbolizan en el sincretismo, y en unas vivencias espirituales del silencio y de lo imperecedero.