Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
REINER SCHWARZ (1940) / ME LLEVAN POR DONDE LES DA LA GANA
El litógrafo alemán SCHWARZ posee una poderosa certidumbre plástica y dibujística sobre lo que no es ahora ni será nunca el hombre. Por eso lo asoma a su propio precipicio.
Y al asomarlo lo convierte en piedra o en un loco que mira hacia atrás, hacia una historia que sigue siendo suya aunque intente deshacerse de ella, metamorfosearse en monstruo o vaciarse.
Presagios o presentimientos que revisan y extraen de la realidad su fantasmagoría más infiel, más amenazadora y traidora, pese a que nos tienda una mano para no quedarse sola.
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