Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
PEJU ALATISE (1975) / NOS LEVANTAMOS MEDIANTE EL ARTE
En la obra multidisciplinar de la nigeriana ALATISE la metáfora, el símbolo y la metamorfosis nos guían de la mano y con su presencia ante designios que llevamos mucho tiempo preguntándonos.
Su producción, al margen de su pathos endiablado, es sumamente elocuente y visual, engancha sensorial y conceptualmente, hasta hacer partícipes de todo un relato y una conjuración de fantasmas muertos que permanecen vivos.
Y lo que hace todavía más efectivo ese prodigio es una puesta en escena que sistematiza la revelación de una realidadque ha dejado de ocultarse para concebir la esperanza, quizás ya perdida, de todo un continente.