Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
Rudolf Arnheim nos cuenta que los conceptos son imágenes perceptuales y las operaciones del pensamiento son el manejo de esas imágenes, imágenes que se producen a cualquier nivel de abstracción.
En el caso de la obra del madrileño FERNÁNDEZ PÉREZ, sus obras encuadran una abstracción desde la se puede divisar unas constelaciones cósmicas rebosantes de luz y color.
Los fluidos cromáticos y lumínicos alumbran una superficie que mediante su penetración y absorción toma una nueva naturaleza en forma de una radiación de lava y magma, que conduce a la mirada a unas percepciones que invocan el sueño de otra realidad.