Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
JEAN-PIERRE VIELFAURE (1930-2015) / SON COMO FURTIVOS
En realidad, nunca ha existido una pintura solamente retiniana -Duchamp dixit-, como tampoco ha existido verdadero arte plástico que no pueda definirse como conceptual.
La obra del francés VIELFAURE está pensada desde un interior que no quiere asomarse hasta que sus osamentas estén bien pigmentadas, coloreadas, texturizadas y estratificadas.
Casi no hay superficie que no muestre signos, que no se reproduzca asimismo en miles de desgarros, huellas, turbulencias, piruetas de un cerebro que le da vueltas a la impronta plástica como manifestación biológica y mineral.
OLYMPUS DIGITAL CAMERA
Chorreando sus últimas estrellas se marchita
Morirá el cristianismo que no ha resuelto ningún problema