Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
La madrileña TABANERA no necesita recurrir a otros dioses o ídolos distintos a los que ella misma ha construido y erigido y que son la respuesta visual a una lógica interna de un conocimiento estético que no admite sustitución.
Estos tótems son capaces de convertir a sus espectadoresen devotos adoradores de un imaginario que tiene en su contextura la solidez de una visión generadora de otras creencias amparadas en el misterio más primitivo.
Tanto el diferente material utilizado como esa sintaxis formal en sus esculturas e instalaciones son los motores inspiradores de un pathos de inmortalidad inalcanzable pero posible.
¡ Cuántas historias recientes de balseros! Desde le malecón partieron