Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
FENG XIAO-MIN/ SE PODRÁN LLEVAR EL TIEMPO, PERO NO EL COLOR
Son paisajes que en duermevela son lo único que existe, han colmado todos los espacios, como si fuesen ellos con sus delicadas fluctuaciones y cuberturas cromáticas los que diesen cobijo al sentimiento de estar más allá de la mirada.
El francés nacido en China XIAO-MIN demuestra en sus obras que el color es capaz de desvelar, de relatar, de invocar y rescatar horizontes que creíamos perdidos o desaparecidos.
Su sentido plástico es tan penetrante y exquisito como metafísico oriental y cercano, tanto como para tener la audacia de adentrarnos en lugares rutilantes y en visiones que hacen que las luces se queden sin necesidad de un presagio.