Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
PETER BRÜNING (1929-1970) / NO SÉ SI SON IMPULSOS DE VIDA O DE MUERTE
El expresionismo abstracto también tuvo su papel en Europa, aunque concebido desde otras coordenadas visuales y estéticas que en cada artista tenían un vínculo biográfico con una historia que había sido bendecida con la maldición.
El alemán BRÜNING siempre supo lo que quería hacer en su arte a lo largo de su corta su vida. Y al empezar con el color, ese fetiche sagrado, no pudo evitar el gesto, ni huir del ademán que, una vez proyectado, se le quedaba impreso en el soporte.
Claro que este ensamblaje pictórico nos hace evocar otros, mas también sin que ello significara no reconocer el sesgo propio consistente en imprimirle expresiones que fuesen latidos, sensaciones y pensamientos suyos y únicos, atrapados según se iba acabando el silencio.
¡Qué vano es el espacio lleno de nubes, sin una flor que lo hiera,