Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
JOSÉ GRAU-GARRIGA (1929-2011/ TAPICES COMO SEPULCROS
Nunca podríamos pensar ni suponer que lo textil entrañase una revelación plástica como la obra del catalán GRAU-GARRIGA, ni que tuviese una dimensión visual que generase tal pathos.
Y además sus fragmentaciones cromáticas constituyen lo táctil, lo óptico y sensitivo que abiertamente se muestra como una abstracción que desde el pasado y lo remoto renueva la cosmovisión con el vigor de su fértil elaboración.
Hay una multitud de recubrimientos que significan, que se ensamblan, que rescatan a la mirada del sopor, que comunican la fuerza de una creación con la controversia de su humildad y al mismo tiempo su suntuosidad.