Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
REMIGIO MENDIBURU (1931-1990) / ESTA ES LA TIERRA DONDE VINE AL MUNDO
Alguien ha dicho que el único medio a menudo para ayudarnos a sustituir una visión pasiva por una contemplación activa y perceptiva es encontrar las palabras que describan y analicen una obra.
En la obra del escultor vasco MENDIBURU es difícil que el impacto visual que nos ofrece pueda encontrar las palabras adecuadas sin el mínimo menoscabo para ese mundo entre las historia más remota de un pueblo, la materia y su reencarnación contemporánea.
Su quehacer orgánico monta todas las piezas, hace que cada una encaje en el conjunto según se va acrecentando y adquiriendo forma, las corta, las talla, las afina, hasta la culminación en restos, en misterios, en orígenes, en portadores de secretos que solamente él conoce.