
- El segoviano REGUERA, viajero perpetuo, iluminó esta vez con su pintura expansiva el Instituto Cervantes de Lisboa en un acto realizado el 16 de mayo. Los estallidos cromáticos emprendieron su camino por las paredes y de forma espontánea crearon su propia sinfonía visual. Podemos ver su origen, difícilmente su final.

- En este hacer plástico en el que está enfrascado el autor, la búsqueda de nebulosas, brumas y atmósferas, son esos paisajes cubiertos de texturas, de capas geológicas, de pigmentos ígneos, que conforman una niebla, de la cual Caspar David Friedrich, decía que daba a la obra mayor sublimidad, elevando y ampliando con ello la imaginación.

- Esas nubes que pueden contemplarse en la galería lisboeta Sao Mamede, constituyen, pues, la química expresiva y depurada de un gran talento, cuyo trabajo pictórico desencadena un magma de sensaciones, visiones profundas y sueños que acaban viviendo entre nosotros.

- Mi sed sólo ve mar
- y…
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