MOSHE TAMIR (1924-2004) / NUNCA ME HE LLEGADO A CONOCER

  • Señaló Dewey que la lucha permanente del arte consiste en convertir materiales tartamudos o mudos en la experiencia ordinaria y en medios elocuentes.
  • Obras como las del israelí TAMIR son más que elocuentes y no necesitan una interpretación que las consigne como tal obra de arte, se manifiestan con la crudeza de lo que son y de lo que significan.
  • Son cuerpos destrozados, desgarrados, que sobreviven como restos y símbolos de su historia, de una plástica de sangre y carne que el artista da consistencia para fusionarse con su propio yo, con su propio relato denso y desnudo que le ha infundido el doliente vigor para crearlos.
  • La tierra ignora nuestras dudas y el firmamento nuestras
  • largas agonías.
  • Sólo este mar que nos comprende puede medir la soledad
  • de nuestras vidas.
  • (Francisco Luis Bernárdez)

Publicado por Goyo

Escritor de arte, coleccionista.

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