Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
Las obras de las personas creativas se caracterizan por su novedad, su habilidad especial, su tensión y energía mental y su talento. Ninguno de esos atributos le faltaban a la americana residente en España, MODLIN, que nunca quiso vender su producción y que a su muerte tuvo que ser rescatada de la basura.
Hay creaciones en que la obsesión y la muerte desbordan los márgenes de la expresión y obtienen una representación escenográfica que mima la luz y descansa en un dibujo fértil. Tal es el caso de esta autora.
Su poética deviene misterio, enigma, quimera, fantasía y una exploración sobre lo trascendente que hay en lo humano, ya sea como creencia, misticismo, secreto, memoria, indagación y la eternidad pendiente.