- Sobreviven porque están constituidos por chatarra recogida de las zonas de batalla y muerte. El congoleño TSIMBA les ha ayudado a construir su morfología a pedazos, pero sin llegar a ser una recuperación de la original, sino un pacto por la supervivencia.
- Sobre estas piezas pesa ya únicamente un incruento camino hacia la agonía, pues se han desprendido de la sangre, del corazón y del alma. Y si aún fuesen machacadas, volverían a levantarse, no cejarían en su destino aciago, al fin y al cabo son máquinas a las que les queda un aliento.
- África y el hierro u otros materiales de desecho son su expresión y retrato, se identifican como las huellas de un territorio milenariamente devastado, como la consagración a un espíritu que exige el sacrificio de la desolación y el exterminio.
Siempre jugábamos a que él era un general
que fusilaba a todos sus prisioneros.
(Vicente Aleixandre)