Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
Si es cierto que las meras apariencias se tornan apariciones que nos transportan a otros niveles de realidad, la obra de la madrileña MUÑOZ es como un asidero imaginario.
Y si atendemos, como dice Hans Hofmann, que el medio dicta la manera, en sus esculturas la artista hace realidad lo intangible aunque estén coaguladas esas espumas que a su vez son volátiles.
También esas nubes de pensamiento reflejan una imaginación que explora la diversa infinitud de la materia para hacerla confluir con la abstracción de un destino que se enrosca sobre sí mismo hasta refugiarse.