Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
BARRY KATZ (1951) / MI ALIENTO SE HA QUEDADO PETRIFICADO
Son pieles de la materia que a lo largo del tiempo se van agrietando y mostrando sus costuras, sus arañazos, sus verrugas, sus abultamientos y tumores.
Pero su color, sus tonalidades, sus destellos, no se apagan, al contrario son un canto manifiesto a su porte, a una apariencia que relata más allá de lo mostrado.
El americano KATZ se ha volcado en resucitar tales fragmentos como entes luminosos, como fuegos que todavía están incandescentes, como reliquias de un pasado que es presente y alberga futuro.