Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
La puertorriqueña LANZO se inspira, para configurar su obra, en lo que contiene la piel, en lo biológico, en ese mundo de partículas y células que nos permiten el aliento vital.
El dibujo se enrosca continuamente hasta constituir una constelación de congregaciones de distinto tamaño y color que gozan de un poder dinámico en constante desarrollo.
Su dicción reside en una visión del germen desde su existencia y comienzos, dejando que dentro de ese espacio interno se lleven a cabo las oscilaciones y vaivenes de una danza condenada a un ciclo que no se acaba.