Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
Formándose, derramándose, esponjándose delicadamente, con una elegancia de suave rumor, de calladas sinfonías, de pasajes que en su cromatismo no paran de narrar.
Parecen formas vegetales del fondo del océano, o nubes que no tienen cabida en nuestra visión habitual, que confieren al espacio rasgos oníricos y poéticos en su deambular y atravesar confines.
El danés SONNE tiene la capacidad de desenvolver la fluidez pictórica con solvencia, manejando tonalidades, claridades y oscuridades que dan a la obra una suntuosidad que juega con la trasparencia del pensamiento y su emotividad.