Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
BENITO PRIETO COSSENT (1907-2001) / ME ESCONDO EN EL SILENCIO
Solamente un artista tan excepcional como PRIETO y tan español como él, puede alcanzar en su obra un virtuosismo tan dramático, profundo y negro. Su sentido plástico va más allá del realismo y del tenebrismo, es puro y forma parte de un pensamiento que enlaza con una metafísica existencial que no tiene más orden que su propia visión cósmica.
Su dibujo es tan extraordinario como magistral, su cromatismo nace de la misma materia, de su naturaleza, de cómo se deja tratar y manejar para que la dicción se origine y produzca un escalofriante prodigio.
Se podrá hablar de muchos precedentes y antecesores, lo que no es óbice para valorar en pleno siglo XX una visión que está y estará siemprevigentesin otro compromiso que la conciencia de su creación.