Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
Como el hombre nunca llega a conocerse, son los artistas los que tratan de esclarecer a través de los rostros una condición que tiene múltiples registros y significados.
Desde Oriente a Occidente, el pakistaní HASAN, de inicio miniaturista, investiga fisonomías que mediante su concepción plástica -muy virtuosa y minuciosa- muestran el sino de su existencia, sin que ello le impida entregarse a una senda fantástica entre el cielo y la tierra.
Su obra no es prontuario definitivo en sus conclusiones, pero si es cierto que sabe el camino y el despliegue sobre un territorio que le facilita una creatividad ilimitada y proclive a nuevos hallazgos.