Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
El australiano PASSUTTI imagina tantas vertientes, realidades, escenas, acontecimientos, historias, que sus espacios le quedan justo para que el contenido marque lo que ostensiblemente aparece.
Podría ser que su afán pictórico sea un simulacro de sí mismo, el de querer estar en todos los sitios, el de querer abarcar todas las imágenes, todos los sueños, todos los pensamientos y hechos.
Con lo que los resultados denotan gran seguridad y manejo de sus recursos, una espectacularidad que nos sumerge en su propias peripecias, en su mundos ficticios que se amparan en una creatividad al borde de lo inacabable.