Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
Esas mujeres y hombres de los espacios escénicos de la argentina CUGAT vuelan en aras de encontrar una salida que no tenga realidad que las condene a seguir actuando en vano.
Están así tales figuras encuadradas en un esquema geométrico del que pretenden escaparse, huir de una fugacidad que les agobia, de una duda que les mueve a tratar de ser invisibles.
La artista no les da tregua sabiendo que con su definición cromática apagada y falsamente sosegada simula ahuyentarles un destino cargado de sombras y reflejos de objetos y enseres que en definitiva ya no necesitan.