Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
La de la extremeña visual PICÓ es una propuesta visual que establece un contraste dimensional táctil, voluminoso, herrumbroso, plástico, cuyas formas y texturas gravitan en un espacio que para ellas es el modo de concebir el signo.
Lo bruñido y refulgente es como además se arropan para proporcionarse una identidad más penetrante y escultórica, con lo que la simulación de estar ante dos planos y construcciones distintas es plena y convincente.
No es una apropiación sino una recreación que guarda todas las distancias hasta el logro de una dinámica que se expresa con una gran imaginación creativa y contundente.