Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
AMELIA RIERA TOYOS (1928-2019) / EL DESTINO ESTABA DENTRO
Las obras de la barcelonesa RIERA son como tabernáculos de los que asoman signos y símbolos que revelan un misterio entre lo religioso y lo pagano que infunde temor ante su enigma.
Su capacidad intelectiva y plástica está más allá de derroteros definidos a pesar de sus habilidades, por el contrario ahonda en ese secreto de dimensiones insospechadas pero esenciales.
Sus mediciones y alineamientos cromáticos son perfectas ventanas y escenarios rectangulares que absorben nuestra mirada hasta dejarla dentro tratando de desvelar si es el principio o el final, si es una luz que se atisba o un horizonte encerrado en la oscuridad.