Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
Empezamos por la biografía, seguimos con la descripción, luego el análisis y por último el lirismo. El análisis, por sí mismo, de la obra de arte, dice Kenneth Clark, supone destruir precisamente lo que le da valor y unidad.
La obra del chino JIANWEI parte de un análisis previo que formula en su pensamiento y a partir de ahí desarrolla, tanto en sus pinturas como en sus esculturas, una evocación de formas y colores que le suscita su sentido telúrico.
Son espacios habitados por entes que surgen de una mirada geológica y cósmica, que ha creado una plasticidad propia para manifestarlos y expresarlos conforme a un imaginario que ha hallado lo portentoso y se lo ha apropiado.
La tierra, encabritada, se ha parado en el viento.