Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
PAULINO VICENTE (1900-1990) / RETRATOS VIVOS PARA SIEMPRE
Cuando estamos ante un pintor como era el asturiano PAULINO VICENTE, no podemos pedirle que nos retrate porque su instinto y sabiduría plástica nos dejaría con la desolación a cuestas, especialmente si estamos ya olfateando el vértigo mortal.
Es una pintura cuyo espíritu desborda la forma y la hace ser lo que la carne y la piel simbolizan, tanto en el tiempo que mide como el en que se vuelve sentimiento que sufre.
Los sueños son la semilla de la realidad de mañana y florecen cuando la sangre los riega y los fecunda…