
- Recuerdo que alguien dijo que muy pobre habría de ser uno si no dejara en su obra -casi sin darse cuenta- algo de la unidad e interior necesidad de su propio vivir.

- En la obra de la madrileña PEÑA tal enunciación se hace más intensa, pues no hay distanciamiento sino acercamiento, hasta incluso inferir que son espectros con los que en un momento dado vivimos su materialización pictórica.

- Su plástica es una pura sensación poética de tonos, formas, colores, espacios y el imponente tratamiento de un claroscuro definitorio de una humanidad entre la espera y el llanto.

- Y un súbito silencio recayó
- sobre el mundo, azorándonos.
- (Gil de Biedma)