Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
YASSER HAMMOUD (1963) / SÓLO ME QUEDAN ESTOS FIRMAMENTOS
Los movimientos cromáticos dentro del espacio son indetenibles, exploran un universo como olas desencadenadas, como huidas de tiempo oscuros y enterrados.
Las marcas y rasgos de las obras del sirio HAMMOUD causan un fragor en la mirada, porque su abstracción oscila entre el fuego y los signos de vida, entre el rojo de la sangre y el negro, azul y amarillo de lo helado.
Por consiguiente, estamos ante una pintura que busca síntesis que hayan de sobrevivir en superficies desoladas, que mantengan una creación en vilo, que difunda otra forma de existencia.