- Son objetos del fondo oscuro de un pensamiento al acecho, que aprovecha la materialidad de lo cotidiano para construir simbologías que acaban en cruces, las que esos híbridos llevan y las que depositamos en ellos nosotros, que somos muy cómodos.
- El holandés TOORN posee la técnica y el uso apropiado de un sistema escultórico para modelar estas figuras que con gran humor e ironía nos saludan, nos dicen que no ocupemos su espacio y nos dan una clase filosofía hermética.
- También bendicen nuestra fe -con cierto pitorreo- y nuestra creencia en unos signos que por su importancia y naturaleza creativa -hallar la formulación idónea de una mente sin principios ordenadores- preceden y condicionan a la significación.
Cada tiempo -pues que son múltiples- tiene su infierno.
(María Zambrano)