
- Es como si estos iconos telúricos y monstruosos hubiesen emergido de la tierra, fuesen acantilados vivos, poderosos, amenazantes, que esperasen nuestra presencia para intimidarnos.

- La alemana VON RYDINGSVARD siguió sus instrucciones para ir construyéndolos poco a poco en madera o bronce, tallando, cortando, agrandando, dotándolos de fuerza e imbatibilidad.

- La sensación estética que se desprende mediante estas piezas es formidable y además no esconden ningún secreto, al contrario muestran su magia como entes supervivientes y señales universales.

- Allí donde la muerte es parte de la vida
- y el mar es el final y es el principio.
- (Justo Jorge Padrón)