La expresión es muy difícil que agote el frenesí. Especialmente cuando la voluntad creadora no tiene ningún freno en su expansión, ni en los montajes, ni en las superposiciones y ensamblamientos.
Las formas en el alemán VON HEYL luchan por deshacerse y tensionarse, porque el múltiple espectro cromático no está de acuerdo más que en una naturaleza desbordante, salvaje, sin un código que la regule.
Son tanto vísceras como seísmos, temblores como organismos que se empeñan en oponer la supervivencia a una ley obsoleta que la reprima y la juzgue una pasión inmoderada. Por supuesto que es así, su liberación es la nuestra y el fervor lo dejamos para la misa de gallo.
Pero yo me rebelo y lucho.
Yo sostengo mi cruz al hombro,
yo sé así, cuando siento el peso,
que no estoy solo.
(José Hierro).