Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
MANUEL SANTIAGO MORATO (1934-2015) / SE PRESENTARON SIN AVISAR
En la obra de SANTIAGO hay todo un proceso plástico y psicológico que entraña la realización y uso de la pintura como un instrumento entre el pulso interior y el desarrollo exterior.
Acomodó y adaptó su trabajo a una experiencia magistral adquirida a través de su reflexiones sobre la historia del arte, concibiendo su propia elucubración desde opciones figurativas que van desde el barroco hasta el siglo XXI.
Al final, su campo de visión creativo es mayúsculo, configurador de coordenadas cromáticas y delineadoras que sorprenden por un entramado cargado de significados existenciales y pletóricos, hechos de encuentros y fantasías.