Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
CHARLES VILLENEUVE (1971) / EL DON DE LA FUERZA CONSTRUCTORA
El paisaje urbano, una vez transferido a la pintura, acaba siendo el mismo pero ya es otro. Adquiere otras visiones, percepciones, sentidos, misterios y evocaciones.
Es lo que el francés Villeneuve ha sabido hacer magistralmente en sus acuarelas, dotarlas de una impresión viva y de una fuerza constructora que atesora todos los tiempos y todas las edades.
Contemplarlas en su dibujo y fluidez cromáticas, tan sutiles, delicadas y sensibles, inyecta una concordia sensual con el mundo y su historia, con el canto sereno y sabio de un acontecer que todavía conserva una iluminación capaz de sostenernos.