- La pintura que visualiza el italiano BORDONI no es posible si no está en el medio de escaramuzas vegetales, tal que metáforas de un pensamiento que no tiene otra alternativa que la inmediatez física y emotiva del gesto.
- La blancura de ese espacio no puede ocuparse sino a través de trazos finos que se deleiten sobre la existencia insustituible de una naturaleza que gracias al autor se siente libre y no condicionada.
- No quisiéramos, por tanto, salir de ella sin conocer sus misterios y su intimidad, pero la distancia que al final nos haga irnos nos permitirá apreciar una plástica que aspira a ser la atmósfera de nuestra vida.
A la vista del muerto. Pintar las porcelanas.
La música, desnudos brazos blancos.
Vientos y pájaros se unen -cambia el cielo.
(Paul Eluard).