Un breve paseo por obras y artistas que infunden otra forma de mirar. Es una aproximación cuyo deseo es provocar otras emociones más íntimas y cercanas si cabe. Es una forma de mirar, otro modo de ver, un ardid para engañar, un truco para esperar, otra historia para seguir, un cuento de no acabar. Y de seguir sin perder de vista lo de más atrás.
MELQUIADES MAGLIANO / ME ACUNO EN TODAS LAS ORILLAS
Es cierto que la obra del argentino MAGLIANO se conecta con nuestras facultades cognoscitivas pero haciéndolo a partir de juego matérico e informal que pone en jaque nuestra imaginación.
Deja que en cada una de sus piezas se produzca una liberación mediante la acumulación, las texturas, las verrugas, las rayas, los arañazosy los desgarrones.
Y en su conclusión se muestran como carnes geológicas abiertas que se asoman para que su contemplación sea nuestra imbricación en la historia visual y táctil de una era, de una plástica que no tiene edad y se autogenera en cada momento y en cada mirada.
Soy sal y un pedazo de ese muro, una gota de ese ron y una línea de esa suave guayabera.